Hoy hablé con él,después de 2 mails que le había enviado (un poco confusos después de los acontecimientos de aquel lunes lluvioso y frío de agosto), charlamos casi 45 min. por teléfono, mucho tiempo si considero sus actividades,se me erizó la piel y recordé cuánto me gustaba su voz diciendo mi nombre,aunque hoy no era esa voz agridulce de antes,era áspera,casi como navaja oxidada y sin filo,entre tanto que dijimos,me preguntó si no creía yo que lo que ahora pretendía iba en contra de lo que antes le había dicho,él cree que estoy yendo en contra de mí,lo que él parece no comprender es que: me enamoré...
lunes, septiembre 13, 2004
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